martes, 25 de enero de 2011

Bolsa de plástico

Este poema apesta a pasado
apesta a bolsa de plástico.
Me llenas las manos de tu duelo,
físicamente basura.
Pides que me pidan tirarlo todo.
Siempre te gustó delegar la vida,
de la muerte te ocupas bien personalmente.
Es tu servicio de habitaciones,
le tout compris de no comprendo.
Con todo detalle destruyes
y arrastras
palos y ramas,
mujeres enamoradas.
Durante siglos cuecen eso maternal
que nos llena las tetas compasivas,
el regazo caliente al que volvéis.
Las mujeres libres rompen las recetas
cuajan corazones,
hacen duelo de humor y de manzanas
y comen fuera.
Podría quemarlo todo.
Podría quemar tu ciudad,
pero no tengo nada que demostrarte.

Correr y no alcanzarte (poema rescatado)

He sido testido inmóvil
de un minuto de destrucción.
Tú respiras eso que flirtea con tus ilusiones,
la puta que te venden otros
y dura el dolor
de apartarte de ti mismo.
La patada que te das
en tu cara bonita,
crédula y encogida.
No te digas que es sólo una vez,
un polvo de una noche.
Ya sabe su sitio en tu cama.
Si retrocedes que sea para coger impulso
y desperezar ese mundo tuyo dormido.

Duelo casual

Primero se rompió un espejo de esa película
que es quedarse sin aliento.

martes, 4 de enero de 2011

Desatascar el verso

Tartamudea un país
y es sólo miércoles.
No hay protesta.
Quiero ser la jefa de todos los mandatos
absurdos y viscerales,
de los puntos y comas
que separan gestos, voluntades.
Quiero ser la jefa del imprevisto
más fuerte que una bomba en mi cabeza,
más fuerte que un dolor agudo en cumpleaños.
Estoy gritando que crujen alas en mis bolsillos
y no sé dónde ponerlas.
Estoy gritando que crecen gritos en el hueco de mis muelas
para pedirte hoy
que muevas _______el pavimento.
Desatascar el error del verso como si me importara,
es lo que hago en este banco al frío.
Escuchar cruces de piernas, cortes de labios.
Volver a casa es quedarse en la calle.

Traslado

Hoy me he mudado
y sigo siendo yo.
Desplazadas mis sábanas,
muebles, libros, y demás basura necesaria
sigo siendo en otro sitio.
Llenar cajas, repartir pesos...
He levantado mi vida unas cien veces (o dos)
de otros o de mi propia zancadilla reversible,
sin tapujos.
Empuja más fuerte, más hondo
el asesino conocido.
Conoce los puntos de dolor
(llamémosle acupuntura pacífica).
Hoy me he mudado y mi madre ya está instalada,
como la luz o el agua,
dispuesta a ahogar la libertad de mi nevera.
Deshace mis cajas de ropa interior
en mis horas laborables,
amontona ropa
como almacena su aburrimiento de casada desaparecida.

Antes de hoy

Sacas bandejas putrefactas
y preparas café con olor a pie.
Descalzo avanzas
entre calcetines rotos.
Eres como un gusano
con ventanas de manzana.
Eres ese niño triste
ilusionado con un roce
que espera que le llueva una vida
de detergente oceánico,
rellena páginas
con tinta pluma
y vuela sólo dormido.
Yo te conozco.
Querría para ti
una mirada reversible, deíctica
para que veas el valor vertical de tu cuerpo,
y empieces a alimentarlo.

Despedidas de cangrejo

Cuando digo adiós digo nunca.
No me devuelvas palabras en retroceso.
Llevo toda la infancia y lo que me queda
descifrando hechos reversibles
porque aquí es tu allí,
ahora puede ser ayer o mañana,
tú eres un yo,
y verte venir, alejarse.
He mirado mapas y termómetros,
he aprendido un país nuevo y a saber
trasladar
mi soledad a la tuya,
sin importarnos.
He mirado lo ajeno de los otros...
Así que con la hora que es,
invierno o verano,
el calor lo pongo yo
sin mirar a nadie.

Voy

Soy un puerco espín de porcelana helado en la punta.
He perdido mis cuadernos
y escribo lo que no digo
porque de niña aprendí a hacerlo bonito.
Tengo la magia de renombrar el dolor como accesorio,
un kit de desahucio con forma de perfume y desodorante.
Lo que no huele es bueno,
suprime lo real,
desorienta,
arrancando el miedo,
dejando la pluma a carne viva en las almohadas,
como si no hubiera habido ni guerra, ni oca.
Escribo poesía porque no tengo argumentos.
Aquí no me defiendo.
No recluto a gilipollas para que piensen mi último pensamiento
que pienso cambiar en el próximo pestañeo,
aleteo convexo, o cóncavo, que no sé.
Estoy aquí para definir y cabrear a dos o tres canallas
según la estadística.
Los he contado con los dedos,
que mi cabeza está llena de letras que dicen mierda en todos los idiomas.
Sí, tengo un traductor universal
con batería 24 horas.
Está cargado para escupir esa verdad que tanto molesta.
Voy a envejecer a gritos de frecuencia de perro.
Voy a empezar todo con "voy"
como si hubiera futuro sin juicio de prensa rosa.
Voy a escribir en azul sobre fondo azul para olvidarlo todo.